AMORC transmite las enseñanzas y el conocimiento que le ha sido legado por los Iniciados a través de los siglos.

Desde las escuelas de misterios del antiguo Egipto, hasta los Alquimistas de la edad media, pasando por los grandes sabios griegos y la mayor parte de los iniciados en el conocimiento esotérico y místico occidental, los estudiantes de AMORC aprendemos a vivir en armonía con las Leyes Naturales que rigen la existencia; a conocerlas y a estudiarlas, así como a conocernos profundamente a nosotros mismos con el objetivo de perfeccionarnos como seres humanos, y contribuir de forma consciente al desarrollo de nuestro Planeta.

Estudiamos misticismo, de forma científica. Abordamos la ciencia desde una perspectiva mística.

Como es arriba es abajo. Y como es abajo, es arriba. Es difícil comprender el mundo espiritual sin conocer bien el plano terrenal. Estudiamos consciencia, ciencia y mística, materia y espíritu, creencia y experiencia, pensamientos y emociones, causas y efectos.

El misticismo, no es un camino de creencias, sino un sendero basado en la experimentación personal y la reflexión propia. Para un místico Rosacruz, el mundo material es el laboratorio en el que puede conocer las experiencias necesarias para su evolución espiritual y su equilibrio vital.

AMORC es un movimiento global, filosófico, iniciático y tradicional, NO SECTARIO, NO RELIGIOSO, APOLÍTICO, y abierto a hombres y mujeres, sin distinción de raza, religión o clase social alguna.

Respetando el principio de la libertad personal, AMORC está desprovista de todo dogmatismo y sectarismo, y propone sus enseñanzas, que son completamente impersonales. Los Rosacruces, no tenemos que seguir ninguna orden ni mandato de ningún gurú. Desde el principio de nuestra afiliación, se nos recomienda que escuchemos sólo la voz de nuestra propia conciencia y que la consideremos siempre como nuestro único y verdadero Maestro.

AMORC proporciona una filosofía que busca la felicidad de todos los seres humanos sin distinción alguna. No es únicamente un movimiento preocupado por la dimensión espiritual de la existencia. También es profundamente humanista.

Con esta perspectiva, se espera que sus miembros se comporten, no como individuos de una nacionalidad en particular, sino como ciudadanos del mundo. El humanismo rosacruz consiste en considerar a toda la humanidad como una misma y única familia de almas.

La misión de todo estudiante Rosacruz es la de aprender a transmutar los defectos de la naturaleza humana en sus cualidades opuestas: el orgullo en humildad, el egoísmo en generosidad, la intolerancia en benevolencia, etc.

Trabajamos con la Alquimia Espiritual en nuestro perfeccionamiento personal, y nos esforzamos por ser mejores en nuestro comportamiento. Estamos convencidos de que si existe el mal sobre la Tierra, es porque los hombres se complacen en sus debilidades, y no aspiran suficientemente al Bien universal.

La finalidad del hombre, es adquirir la maestría de la vida, para poder ajustarla tanto como sea posible a sus esperanzas. El dicho “tener la cabeza en el cielo y los pies en la tierra”, se aplica perfectamente a la sabiduría rosacruz. Ésta, es un estado de conciencia que se manifiesta cuando aprendes a despertar las virtudes asociadas al alma humana, y todas sus cualidades “divinas”.

Sabio, es aquel que da prueba diaria de humildad, honestidad, generosidad, tolerancia, no violencia y otras virtudes similares.

Si aceptamos este enfoque de la sabiduría, comprenderemos que es imposible alcanzarla en una sola vida. Razón por la que la mayoría de los Rosacruces, contemplan la existencia de la reencarnación.

AMORC es una fraternidad mística y en ella se encuentran más de 200.000 miembros hombres y mujeres, de más de 50 países, y que tienen diferentes puntos de vista, incluso opuestos.  De igual forma, sus miembros pertenecen a todas las razas, etnias, religiones y nacionalidades. Si AMORC ha sido y es capaz de crear y mantener vínculos fraternales entre sus miembros, siendo todos tan diferentes, ¿por qué la humanidad no va a poder hacerlo? El punto de vista místico, es que sólo necesitamos descubrir en nosotros mismos eso que va más allá de cualquier diferencia de opinión, política, religiosa o ideológica, ese profundo nexo que más allá de cualquier diferencia superficial, se encuentra en todos los hombres y que, por tanto, nos hace a todos similares y hermanos.

AMORC está libre de dogmas y en ella no está incluido ningún credo sectario. A los estudiantes rosacruces se nos pide desde el comienzo de nuestra afiliación que seamos siempre un auténtico punto de interrogación ante los conocimientos que nos van a ser transmitidos. En todo momento, somos libres de rechazar los principios que choquen con nuestra comprensión personal o que no sean de nuestra aprobación.

El objetivo de la filosofía rosacruz no es proporcionarnos respuestas categóricas, sino más bien inducirnos a que nos planteemos preguntas. Este procedimiento, cultiva un espíritu tolerante y establece las bases de una personalidad independiente en la elección de tus propias convicciones filosóficas.

No se puede hablar de la libertad sin hacer alusión al importante principio místico del libre albedrío.

Si la libertad es esencialmente un derecho social, el libre albedrío es sobre todo una facultad, que permite a cualquier persona tomar decisiones y orientar su vida de una forma determinada.

La libertad es la base fundamental de las enseñanzas de AMORC, así como un pilar básico para la evolución de la consciencia humana.